Querido cuerpo:
Hoy he decidido dedicarte unas líneas y escribirte una carta. Mediante ella, me gustaría pedirte perdón y darte las gracias...
Llevamos más de 24 años juntas, que se dice fácil, ¿verdad? Pero las dos sabemos que nuestra relación no ha sido siempre fácil, sobre todo en los últimos años...
Hace unos 4 años empecé a alejarme de ti. No me gustabas, creía que tenías mil fallos que debía corregir para ser perfecta y así gustar a los demás (y a mí, eso creía).
Durante todo ese tiempo te maltraté física y psicológicamente. Me cuesta reconocerlo, pero ahora lo veo, así fue. Te criticaba, despreciaba, insultaba, ignoraba, no te escuchaba, no te alimentaba de manera adecuada, te machacaba... Incluso llegué a querer que no existieras...
Pero me di cuenta de que si tú no existías, yo tampoco lo haría. De que por la obsesión de querer "encontrarme a gusto conmigo misma" a base de intentar cambiarte sin respetar tu naturaleza y necesidades, a base de no estar a gusto contigo y de ir contra ti; dejé de lado muchísimas cosas que antes me importaban....
Dejé de lado a mis amig@s, a mi familia, mi pareja, mis sueños, mis ilusiones, mis planes de futuro, a ti, a mí misma... Dejé de vivir.
Por suerte, me di cuenta de todo ello. Y por eso, hoy, también quiero darte las gracias.
Quiero darte las gracias porque gracias a ti, valga la redundancia, soy capaz de hacer tantísimas cosas... Gracias a ti puedo andar, pasear, correr y practicar cualquier deporte, bailar, cantar, besar, acariciar, abrazar, recibir besos, abrazos, caricias, sentir y dar placer, escuchar, hablar, saborear, oler, relajarme, respirar, VIVIR.
Gracias a ti puedo vivir y disfrutar de la vida. Tu eres mi cuerpo, el único que tengo y el único que ha estado y estará conmigo toda mi vida. Y todavía nos queda mucho por vivir.
Por eso, prometo cuidarte, mimarte, escucharte, respetarte, amarte, valorarte, aceptarte, quererte... el resto de mi vida.
Es decir, prometo alimentarte adecuadamente, darte un respiro y dejarte descansar cuando necesites parar, hacer ejercicio no solo para que luzcas bien por fuera, también para que te sientas bien por dentro, prometo piropearte, dedicarte tiempo...
Eres perfecto aún con tus imperfecciones, igual que yo. Porque tu eres yo y yo soy tú. Los dos somos una.
Eres mi cuerpo y te quiero.
N.
Llevamos más de 24 años juntas, que se dice fácil, ¿verdad? Pero las dos sabemos que nuestra relación no ha sido siempre fácil, sobre todo en los últimos años...
Hace unos 4 años empecé a alejarme de ti. No me gustabas, creía que tenías mil fallos que debía corregir para ser perfecta y así gustar a los demás (y a mí, eso creía).
Durante todo ese tiempo te maltraté física y psicológicamente. Me cuesta reconocerlo, pero ahora lo veo, así fue. Te criticaba, despreciaba, insultaba, ignoraba, no te escuchaba, no te alimentaba de manera adecuada, te machacaba... Incluso llegué a querer que no existieras...
Pero me di cuenta de que si tú no existías, yo tampoco lo haría. De que por la obsesión de querer "encontrarme a gusto conmigo misma" a base de intentar cambiarte sin respetar tu naturaleza y necesidades, a base de no estar a gusto contigo y de ir contra ti; dejé de lado muchísimas cosas que antes me importaban....
Dejé de lado a mis amig@s, a mi familia, mi pareja, mis sueños, mis ilusiones, mis planes de futuro, a ti, a mí misma... Dejé de vivir.
Por suerte, me di cuenta de todo ello. Y por eso, hoy, también quiero darte las gracias.
Quiero darte las gracias porque gracias a ti, valga la redundancia, soy capaz de hacer tantísimas cosas... Gracias a ti puedo andar, pasear, correr y practicar cualquier deporte, bailar, cantar, besar, acariciar, abrazar, recibir besos, abrazos, caricias, sentir y dar placer, escuchar, hablar, saborear, oler, relajarme, respirar, VIVIR.
Gracias a ti puedo vivir y disfrutar de la vida. Tu eres mi cuerpo, el único que tengo y el único que ha estado y estará conmigo toda mi vida. Y todavía nos queda mucho por vivir.
Por eso, prometo cuidarte, mimarte, escucharte, respetarte, amarte, valorarte, aceptarte, quererte... el resto de mi vida.
Es decir, prometo alimentarte adecuadamente, darte un respiro y dejarte descansar cuando necesites parar, hacer ejercicio no solo para que luzcas bien por fuera, también para que te sientas bien por dentro, prometo piropearte, dedicarte tiempo...
Eres perfecto aún con tus imperfecciones, igual que yo. Porque tu eres yo y yo soy tú. Los dos somos una.
Eres mi cuerpo y te quiero.
N.
Una hermosa carta; él esta con nosotros siempre y no lo valoramos como se debe.
ResponderEliminarCierto, la mayoría de las veces se nos olvida, por eso está bien recordarlo y tener presente todo lo que somos capaces de hacer gracias a él... Así lo valoraremos y cuidaremos, de verdad...
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